Actualidad

Eddie Palmieri recuerda a Johnny Pacheco

Fuente: Tidal. Por: Shaun Brady.

La salsa perdió a uno de sus padres fundadores el 15 de febrero, cuando el músico, director de orquesta y productor dominicano Johnny Pacheco falleció a la edad de 85 años. Autodidacta en instrumentos como flauta, saxofón y acordeón, Pacheco estudió percusión en Juilliard antes de fundar sus propias bandas y alcanzar la fama con la pachanga, estilo musical y fiebre de baile cubano que fusionaba el merengue, el son montuno y el cha-cha-cha.

En 1964, Pacheco unió fuerzas con el abogado Jerry Masucci para fundar Fania Records, sello que ayudaría a definir el sonido de la salsa y lanzaría las carreras de estrellas como Willie Colón, Celia Cruz, Rubén Blades, Larry Harlow, Ray Barretto y Héctor Lavoe. Uno de los primeros colaboradores de Pacheco fue el legendario pianista Eddie Palmieri, quien llevó el floreciente sonido de la salsa en una dirección más influenciada por el jazz. Palmieri, que ahora tiene 84 años, compartió sus recuerdos de su amigo de toda la vida y de la música que ambos ayudaron a crear. – Shaun Brady


Me crié con Johnny Pacheco. Lo conocí cuando tenía alrededor de los 15 años. En ese momento Johnny tocaba el saxofón. Tenía un gran sentido del humor y yo también, y le dije que era el saxofonista más malo que había escuchado en mi vida. Pero tuvo una carrera increíble. Fue muy, muy especial.

En esos tiempos había tres grandes orquestas: Machito, Tito Puente y Tito Rodríguez. Fue lo más alto de nuestra música porque el mambo y el cha-cha-cha estaban saliendo de Cuba. Todo vino de Cuba, desde los años 20 hasta los 40. En los 40 tenías a Arsenio Rodríguez. En la música clásica se habla de un antes y un después de Claude Debussy; en nuestra música tenemos un antes y un después de Arsenio Rodríguez.

Cuba fue el cordón umbilical de información sobre lo que estaba pasando con los nuevos ritmos y los grandes compositores. Johnny y yo escuchábamos la música que tocaban los Tres Grandes mientras jugábamos al stickball en la calle; esa era nuestra imitación del béisbol, con un palo de escoba. Podíamos escuchar en la radio, desde las bodegas, la música de Machito, Tito Puente y Tito Rodríguez.

Johnny comenzó con mi hermano Charlie Palmieri en un club llamado The International, en 1958. Para 1959, mi hermano había formado La Charanga Dubonéy, y él tocó la flauta en el álbum Let’s Dance the Charanga! Luego formó su propia charanga, una orquesta de estilo cubano con cuerdas y flauta. Grabó una composición llamada “El Güiro de Macorina” que se convirtió en un gran éxito. Estuvo allí en el momento adecuado. La pachanga se convirtió en el baile de éxito aquí, y Pacheco lideraba el camino.

Luego formó Pacheco y su Tumbao, que se inspiró en La Sonora Matancera. Solía ​​tocar en la Feria Mundial y conoció a Jerry Masucci, un abogado que lo representó en un caso de divorcio. Ambos pusieron 2.500 dólares cada uno y comenzaron Fania. Tenían todo un sistema que funcionaba muy bien debido a la combinación de Johnny en el estudio y Jerry tratando con todos los banqueros y productores.

Pacheco me invitó a tocar el primer concierto de Fania All-Stars en el Red Garter. Estoy en su primera grabación, lanzada en 1968, pero luego fui en otra dirección, en una nueva compañía, y Johnny se quedó con ese sonido. Yo hacía giras con Fania de vez en cuando. Firmé con ellos en 1980, pero ya estaban en declive. Fania tuvo su mejor época, diría yo, de 1964 a 1986.

Celia Cruz había comenzado con La Sonora Matancera y pegó muchos éxitos con Fania. Cuando llegó a Estados Unidos, ella grabó con Tito Puente pero eso no funcionó, pero luego se fue con Fania, y como Johnny tenía el mismo sonido que La Sonora Matancera, hicieron historia juntos.

El estableció algo tan maravilloso que hizo bailar al mundo. Siempre será recordado. Al tener el sello discográfico y viajar junto con todos los diferentes artistas, se convirtieron en una unidad familiar. Y rompieron todos los récords. Metieron a 40.000 personas en el Yankee Stadium. Eso funcionó.

Johnny fue único como músico y visionario a la hora de juntar lo que quiso. Tenía un gran sentido del humor, pero era muy estricto para armar sus bandas. Siempre será recordado como un mentor para todos nosotros y por lo que hizo por la música. En lo personal, lo extrañaré muchísimo.

Source: radioelsalsero.com